Con la cercanía de la recreación histórica del Compromiso de Caspe llegan para muchos los quebraderos de cabeza. A los preparativos de las actividades se une otra duda existencial para muchos de los participantes. ¿Qué ponerse?

En este artículo te vamos a ofrecer cinco pautas con que lograr que tu vestimenta medieval pase los filtros del rigor histórico. Todo ello sin complicaciones y sin grandes gastos. Porque ya se sabe que, en ocasiones, la moda no está reñida con la economía. Ni siquiera para las recreaciones históricas. Continúa leyendo porque  te lo vamos a demostrar.

En este primer capítulo, nos centraremos en la indumentaria medieval de la mujer. Los vestidos femeninos del siglo XV dependían del status económico de la familia a la que se pertenecía. Sin embargo, no vamos a entrar en florituras y os vamos a ofrecer las claves de un vestuario de una mujer del pueblo. Con el fin de conseguir que los vecinos de Caspe sean o no recreacionistas cumplan con el rigor histórico y den, más si cabe, la notoriedad que merece este evento histórico.

 

Pautas para vestir con rigor en el Compromiso de Caspe

  1. Colores naturales: el primer paso a tener en cuenta es seleccionar el color de la tela con la que vamos a confeccionar nuestro vestuario. En esta época, no abundaban los tintes y se teñía la ropa con plantas. Por tanto, primaban los colores llamados naturales. Gamas de tierra, beige y verdes. Las tonalidades como púrpuras, morados, negros o rojos se reservaban para los nobles y el clero, ya que podían acceder a tintes más caros.
  2. Materiales frescos: dependiendo de la época del año debemos elegir uno u otro material. En el caso del Compromiso de Caspe la recreación se lleva a cabo el último fin de semana de junio. Por tanto, prima el calor. Debemos optar por tejidos frescos como el lino o el algodón.
  3. Formas y patrones: dada la época que vamos a recrear, siglo XV, los cánones de moda eran muy estrictos. No tirantes, ni mangas cortas y los largos debían cubrir los pies. Estas normas eran obligatorias, sobre todo, para el sector femenino. El vestuario de la mujer medieval del pueblo estaba compuesto, en su mayoría, por una camisa y la saya. La camisa tiene que ser cómoda y holgada y por supuesto de manga larga y cerrada del cuello. Por encima de ella se coloca la saya.
  4. Cabeza cubierta: la mujer adulta siempre llevaba la cabeza cubierta y no mostraba su cabello. Solamente lo hacía en la intimidad de su hogar o dormitorio. Para ello, utilizaba recursos como pañuelos, tocados o velos. Todos ellos confeccionados con el mismo material que el vestido.
  5. Complementos: como en cualquier vestuario los complementos, a veces pueden ofrecer una chispa a nuestra vestimenta. En la época medieval también pasaba. Podemos llevar desde limosneras de tela pasando por bolsos de piel o cinturones para ceñir nuestra saya. En épocas de invierno, se puede incluir algún manto.

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